miércoles, 9 de marzo de 2011

JUGAR AL JUEGO

Vamos a jugar a un juego:

Para empezar tienes que saber que me gustas, pero también tienes que tener claro que no vamos a involucrarnos demasiado.

Tendrás esto en cuenta porque, pese a que te he advertido, tú vas a decidir jugar.

Lo primero que voy a querer es que me confirmes que lo aceptas.

Tú vas a decir que sí, que no tienes por qué buscar algo más que yo, aunque te guste mucho.

No vamos a llamarnos nunca por teléfono, solo vamos a comunicarnos por sms.

Una vez que esto esté aclarado, aumentará mi deseo por ti.

Nos habremos dado permiso para dejarnos llevar, sabiendo que llegado cierto punto de incomodidad por pensar que el otro ha modificado sus expectativas sobre la situación entre los dos, provocaría el alejamiento.

Como todo está claro y aceptado, vamos a quedar varias veces para follar sin volver a hablar del tema.

Esto estará muy bien. Disfrutaremos mucho porque nos gustamos, nos sentimos libres y no hay dudas sobre lo que estaremos haciendo.

Después de haber quedado varias veces seguidas sin hablar de esto, iremos profundizando en nuestra intimidad, tendremos más confianza y los temas de conversación serán más profundos y sinceros. Cada vez seremos más nosotros mismos.

Cada vez nos preocuparemos más por el goce del otro. El sexo se irá haciendo con el tiempo más acompasado y pasional. Cada vez será menos puro sexo.

En este punto yo me distanciaré para asegurarme de que la situación está controlada, porque cada vez disfrutaremos más estando juntos y yo tendré claro que en parte, esto es resultado de la sensación de libertad que me da haber hablado al principio contigo de forma clara y tú haber aceptado.

Al distanciarme, te seguiré enviando mensajes, aunque de forma más espaciada y con un contenido mucho más frío.

Esto provocará que te adaptes al ritmo que yo necesito, porque en este momento te gustaré mucho más que antes y tú aceptaste al principio que esto no se iba a complicar.

Pasarán varios días con menos contacto. Tú te habrás adaptado al ritmo que he ido imponiendo, y esto implicará también que te sienta mucho más distante.

Esto va a hacer que vuelva a tener la sensación de que la situación está controlada y que no nos estamos metiendo en nada que no queríamos.

Entonces, al estar distantes y tener claro que todo está en su sitio, voy a empezar a recordar con mayor viveza los buenos momentos que hemos pasado. La verdad es que cada vez habrá sido mejor que la anterior.

En ese momento me daré permiso para volver a vivirlos. Habré acumulando mucho deseo porque pasaré ganas de volver a probarte y notaré que en esos momentos estás más lejos, aunque la distancia la haya provocado yo.

Volveré a enviarte mensajes con mayor carga emocional y sexual. Tú responderás al instante.

Estarás deseando recibir estos mensajes. No los habías enviado tú por no romper las reglas que habías aceptado inicialmente. Ya habrán pasado varios días desde que nos vimos la última vez. Aquella última vez la recordaremos como perfecta.

Nos enviaremos mensajes cada vez más directos y explícitos. Al poco tiempo volveremos a quedar.

Llevaremos varios días esperando con ansia este momento. Va a ser todavía mejor que las veces anteriores. La misma complicidad pero ahora con más pasión y caricias por la acumulación de ganas de vernos. Ahora las sesiones de sexo las alargaremos todavía más. Durante esos momentos no querremos que se acaben.

Yo habré comprobado entonces que has sabido contenerte todos estos días y que desees algo más o no, eres capaz de adaptarte. Esto te hará todavía más atractiva y especial.

Formalmente todo estará siendo limpio.

Durante los días siguientes nos seguiremos acostando. Yo notaré que conmigo estás totalmente relajada y que cada vez nos contamos más cosas. Cada vez, durante el tiempo en el que estamos juntos, seremos más nosotros mismos sin sentirnos condicionados por las expectativas de la otra persona ni por el temor de hacernos daño.

Lo pasaremos demasiado bien.

Cuando perciba que de nuevo estás totalmente entregada, me volveré a alejar, porque inevitablemente, sentiré la necesidad de comprobar que todo está tal cual estaba antes, para poder seguir así de bien contigo.

Volveré a espaciar los mensajes y el contenido se volverá a enfriar.

Necesitaré volver a sentir que no estamos empezando nada, porque pensar esto hace que el interés por ti se esfume, y tú me gustas mucho.

Volverás a adaptarte a la situación y a mi ritmo. Te seguirá compensando.

Te gustaré cada vez más.

A los pocos días, al ver que has respondido y que me has vuelto a demostrar que eres capaz de mantener tus impulsos, te volveré a desear con fuerza.

Volverán los mensajes, de nuevo menos espaciados y más cargados de contenido emocional y sexual.

Los dos lo estaremos deseando. Esos polvos de después de unos días sin vernos serán los mejores.

Nos daremos las caricias y los besos que nos habremos estado aguantando durante el tiempo en la distancia.

Nunca falla nada cuando estamos juntos.

Me alejaré cada vez con más frecuencia, porque cada vez tardarán menos tiempo en aparecerme pensamientos de alerta por lo bien que estamos, ya que esta sensación de libertad y perfección la pierdo cuando siento que ya eres mía, por lo que querré evitar sentirlo.

Tú te molestarás un poco, pero no conmigo, porque pensarás que no tienes derecho a reclamar ni a exigir nada más de lo que te doy porque has aceptado jugar, y sin volver a hablar del tema, deducirás correctamente que con mis alejamientos quiero darte a entender que las reglas no han cambiado en absoluto.

Esto provocará que te enganches cada vez más. De momento, las épocas de pasar ganas se compensan con los reencuentros increíbles.

Inevitablemente, pasado cierto tiempo, esta dinámica dejará de compensarte.

Tú te sentirás cada vez peor en los momentos de alejamiento porque cada vez te sientes mejor cuando estamos juntos. Cada vez sentirás que necesitas menos cualquier otra cosa que no sea esto, pero los periodos de alejamiento serán cada vez más largos y los periodos en los que estamos juntos más cortos. 

Querrás que pasemos más tiempo juntos y ya hará algún tiempo que te imaginas conmigo haciendo otras cosas además de follar y hablar en la cama.

Decidirás hablar conmigo ya cansada de esta situación sabiendo que estarás rompiendo las reglas pactadas.

No estarás enfadada porque aceptaste jugar al juego y sabes que formalmente he jugado limpio. Será una sensación extraña y contradictoria para ti.

Me preguntarás, sabiendo mi respuesta, si me apetece pasar más tiempo contigo y hacer otro tipo de actividades que impliquen que nos vean juntos. Me reconocerás que a ti hace tiempo que te apetece.

Yo te diré lo que sabías que te iba a decir.

No te enfadarás, porque pensarás que no tienes derecho, pero te dará rabia la situación. Será frustrante.

Te habrás cansado de jugar al juego.

Me dirás que no estás dispuesta a seguir y me dejarás.

Siempre tendrás un buen recuerdo de mí. Por todo lo que habremos pasado y por todo lo que imaginaste que podría llegar a pasar si las cosas hubieran sido de otra forma. No te costará ningún esfuerzo imaginar que esa sensación de los ratos en los que estábamos juntos se podría generalizar a todos los ámbitos de tu vida.

Te excitarás durante algún tiempo pensando en mí.

Yo te echaré mucho de menos, incluso más que cuando era yo el que provocaba el alejamiento. Entonces tenía la sensación de que siempre estarías dispuesta, pero ahora eres tú la que ha decidido alejarse y lo vas a cumplir.

En ese momento sabré que no volveremos a estar juntos, y eso irremediablemente provocará que quiera volver a estar contigo.

Fantasearé con la idea de que podríamos haber llegado a algo más.

Me excitaré mucho recordándote.

Entonces me daré cuenta de que eras perfecta para mí.



13 comentarios:

  1. Simplemente genial!!!

    ResponderEliminar
  2. Tú también eres de los tocahuevos?

    ResponderEliminar
  3. ella no pensará eso último que has dicho, pero a ti te gustará imaginar que ella siempre tendrá un buen recuerdo de ti y todos esos rollos.La verdad es que ella te odiará un tiempo y luego dejará de sufrir, pensando que si lo tenías tan claro no merecías la pena.

    A pesar de ser un tocahuevos me encantas, eres el primero que al menos es capaz de transmitir lo que pasa en su cabeza

    ResponderEliminar
  4. una preguna- reflexión, sin ánimo de tocar los huevos más de lo necesario:
    Si ese juego sigue un patrón tan definido y conoces tan bien los pasos, hasta qué punto es tan "honesto" marcar unas reglas que sabes que el propio devenir del juego hace imposible que se cumplan?... estaríamos hablando de una "norma perversa"?
    Un abrazo de alguien que te admira

    ResponderEliminar
  5. Mi opinión es que los extremos no son buenos, es decir, que los tíos, ni tan despegados ni tan comprometidos. Un tía que sabe jugar, aunque espere "algo más", es una tía inteligente, con lo que siendo solo un poco más flexibles con las reglas, volverá a jugar fijo.

    A veces no hay que pensar tanto, y te lo dice una neurótica.

    ResponderEliminar
  6. Lo de también iba por mi, aclaro. Yo ya me he quitado. Ese juego aburre enseguida y además te pierdes cosas buenas. No es adaptativo.

    ResponderEliminar
  7. Me encantó!!!
    Es sincero (totalmente admirable) pero no sin una cuota de manipulación. Es parte de la vida.

    Vuelvo a seguirte después de haber casi abandonado el fotolog. Pero mejor por acá. Yo también escribo, si te apetece, pasate a mirar.

    Un beso

    ResponderEliminar
  8. entiendo a la perfección cada una de tus palabras
    porque arman una historia que conozco demasiado bien..
    pero que en mi caso,
    todavía esta por la mitad.

    buen blog.
    pasate por el mio.

    ResponderEliminar
  9. La próxima vez tendrás que ser tu quien juegue al juego.


    Muy buen post!!

    ResponderEliminar
  10. je

    una lástima para ti tenerlo que mirar todo desde fuera.

    ResponderEliminar
  11. y repetirás esa situación una y otra vez, no pudiendo sentir más que desde la absoluta certeza de libertad ganada tras la pérdida. y solo en esa absoluta seguridad, inamovible reavivarás los recuerdos, recordarás y empezarás a crear la vida que podrías y que solo ahora seguro no vivirás. y el simple hecho de ver que ella vuelve a acercarse a ti hará desvanecerse toda ese espejismo que has creado.una continua espiral que te llevará a odiosas comparaciones, a idealizar. imposible frenar. insatisfacción cronica teñida de miedo, distancia y amor profundo hacia lo mas profundamente imposible.

    ResponderEliminar